Mario Das Neves prometió "seguir caminando la
provincia" en el futuro cercano y se definió como "un militante" común,
al hablar en un multitudinario acto en Trelew, que debió hacerse
en plena calle a pesar del intenso frío reinante, porque la
concurrencia desbordó largamente las instalaciones del Centro de
Jubilados. Asistieron entre "1500 y 2000 personas" según los
organizadores. Fueron oradores también el titular del bloque de
diputados provinciales, Jerónimo García; el intendente local, Máximo
Pérez Catán y concejales de Comodoro Rivadavia, Tecka y Camarones.
“Vamos a poner todo en orden. Y poner todo en orden significa
presentarse y ganar en todas las elecciones de acá para adelante. Todo
en orden va a quedar en el 2015”, promete y desafía el jefe del bloque
de diputados provinciales del peronismo, Jerónimo García. La multitud
grita “Buzzi traidor” y en la tarde de Trelew hace un frío inclemente.
“El partido es una herramienta electoral, nosotros somos el pueblo, el
peronismo. Quedate con tu partidito chico. Seguí tomándote el tecito”,
le dice García a alguien que está a algunos kilómetros de distancia,
pero que él supone está escuchando. “Es para Buzzi que lo mira por TV”,
saltan y gritan los presentes.
Como un símbolo perfecto de la
realidad, el dasnevismo, con Mario Das Neves a la cabeza, está en la
calle y parece estar a gusto en ese lugar, porque ninguno de los
oradores envía mensajes "de unidad" hacia “los otros”, los que están en
Rawson desde la mañana. Está más que claro que quieren marcar las
diferencias.
En la calle están, claro, no porque quieren sino
porque la asistencia les desbordó los cálculos, les agotó la capacidad
del local del Centro de Jubilados y entonces no hubo más remedio que
salir ahí, a la calle, al frío.
“Nosotros no bajamos a escuchar al
pueblo. Somos una parte del pueblo y sabemos lo qué nos pasa”, sigue
desafiando Jerónimo. “No nos equivocamos (al elegir a Buzzi-Mac Karthy),
se equivoca el que paga mal y no nos está pagando mal a nosotros, le
está pagando mal al pueblo. No se tomen vacaciones a los seis meses, no
sean chantas”, reprocha después.
Al micrófono se lo pasan ahora
al intendente de Trelew, Máximo Pérez Catán, congelado adentro de una
campera. “No tengan miedo. No hay por que tener miedo de decir lo que
uno piensa en una democracia”, aconseja.
“Nunca trabajamos para la
división, siempre hemos trabajado para construir”, dice poco antes de
anunciar que encuentros como el de esta tarde “se repetirán en toda la
provincia”. No dice una palabra contra el Gobierno, sostiene que “el
duelo terminó” y que ahora “hay que trabajar”.
Al final, con el
cierre levantado hasta el cuello y flanqueado por su ex –
Vicegobernador, Mario Vargas, es el turno de Mario Das Neves. “Ahora
empezó la vuelta”, lo acicatea el locutor antes de cederle la palabra.
Das Neves luce tranquilo y habla tranquilo, tampoco hace reproches
explícitos pero afirma, hasta tres veces, que se equivocaron los que le
extendieron “el certificado de defunción” en la política.
“Acá el
velorio no es”, señala con alguna ironía antes de embarcarse en la
reivindicación de lo que considera “un modelo” en condiciones de volver a
gobernar en Chubut.
“A muy poca gente le interesa lo que pasa
adentro del peronismo, o de cualquier otro partido”, subraya al
ratificar su decisión de no participar en la interna para conducir al
PJ.
Promete dedicarse, en cambio, “a seguir militando, a seguir
recorriendo la provincia” en el futuro cercano. “Somos miles, pero somos
muchos más en el resto del territorio”, asegura a continuación.
Si alguien esperaba alguno de sus célebres exabruptos, se quedó con las ganas. No habrá título por ahí para las crónicas.
Das Neves repasa, en cambio, la vocación de su corriente “por crear
trabajo, por dar oportunidades, por garantizar el acceso a la educación y
a la salud”, en una tácita diferenciación de lo que cree está pasando
ahora mismo en Fontana 50.
En síntesis –y más allá de lo
apretado de la crónica-, lo cierto es que la convocatoria masiva le
ratificó a Das Neves y al dasnevismo que no sólo existe, sino que además
goza de buena salud.
Es que, lejos de los tiempos en los que el
aparato del Estado facilitaba las cosas, igual se las arregló para
juntar una cantidad de militantes que, de acuerdo a los cálculos
previos, duplicó por lo menos las expectativas más optimistas.
“Ibamos a hacer un ´encuentro´ y terminamos con un acto en la calle”, se regocijaban cerca del ex – Gobernador.